El tratamiento tradicional comprende medicamentos
que disminuyen la inflamación y mejoran la circulación al abrir las arterias y
hacer más líquida la sangre. La oxigenoterapia hiperbárica permite enviar más
oxígeno a los tejidos y, al mismo tiempo, combatir los procesos inflamatorios e
infecciosos.
Además, el oxígeno hiperbárico mejora el estado
del sistema inmune, promueve la aparición de algunas sustancias reguladoras, y
actúa en la transmisión de la señales intracelulares.
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